¿Sabías que cada vez hay más jóvenes estudiantes que deciden invertir en Formación Profesional para mejorar así su atractivo en el mercado laboral e incrementar sus probabilidades de conseguir un trabajo? Sí, así es.

Según datos del Ministerio de Educación y FP, el alumnado de los ciclos formativos no ha hecho más que aumentar en los últimos años, tanto en modalidad presencial como en la FP a distancia. Todo parece indicar que la manera cómo se percibe la Formación Profesional ha ido evolucionando. 

¿Qué significa esto? Ya no se considera una opción educativa inferior a otros estudios, sino que se presenta como una alternativa que puede facilitarte el acceso a determinados puestos de trabajo.

Para ayudarte a valorar si debes seguir este camino, nos hemos propuesto explicarte brevemente 3 ventajas clave.

 

1. Especialízate con contenidos prácticos

Uno de los puntos fuertes de la FP es su carácter práctico, es decir, se trata de una formación donde, en principio, se prioriza la adquisición de nuevos conocimientos a través de su aplicación práctica. De esta forma, se consiguen desarrollar habilidades técnicas que resultan esenciales para desempeñar con garantías determinados oficios y profesiones.

Además, hay que tener en cuenta que puedes cursar una amplia variedad de ciclos de FP de especializaciones dispares. Se agrupan en más de una veintena de familias profesionales (sanidad, informática y comunicaciones, hostelería y turismo, imagen personal, imagen y sonido…). ¿Estás seguro que no hay ninguna opción para ti?

 

 

2. Prepárate para lanzarte al mercado laboral

Si decides invertir en formación, es probable que el objetivo esté relacionado con el desarrollo profesional. En este sentido, la FP puede representar un camino más rápido al mundo laboral. ¿Por qué? Los ciclos formativos suelen tener una duración máxima de 2 años, es decir, te permiten desarrollar las competencias necesarias para empezar a trabajar en este período de tiempo.

También hay que recordar que pueden ofrecerte una primera experiencia en el mundo laboral. Deberás cursar un determinado número de horas de prácticas en empresas que te facilitarán familiarizarte con un entorno de trabajo real. Tendrás funciones propias de tu puesto deseado pero sin la responsabilidad asociada a él.

¿Y sabes que con tu FP de Grado Superior puedes acceder a la Universidad? Muchos estudiantes valoran la posibilidad de contar con una primera titulación que les permita optar a un primer empleo para, a partir de aquí, seguir formándose.

 

 

3. Escoge la metodología que mejor se adapte a ti

Quizás no se trata de una ventaja específica de estos estudios pero lo cierto es que puedes cursar una importante cantidad de ciclos formativos en distintas modalidades, desde la opción totalmente presencial hasta la FP online. En otras palabras, no solo podrás encontrar una titulación que se ajuste a tus intereses, sino que también podrás seleccionar la metodología más adecuada en función de tus necesidades.

La FP a distancia, por ejemplo, suele ser una alternativa interesante para aquellos profesionales que deben compaginar su actividad académica con el trabajo u otras obligaciones personales. Los ciclos formativos en formato presencial, en cambio, resultan más atractivos para aquellos estudiantes que prefieren asistir a clases presenciales donde puedan interactuar directamente con otros compañeros. ¿Qué opción crees que podría adaptarse mejor a tu día a día?

De una forma u otra, la decisión de estudiar un ciclo de FP debe tomarse, sin lugar a duda, teniendo en cuenta tus objetivos y aspiraciones profesionales. ¿A qué quieres dedicarte? ¿Dónde te gustaría trabajar? ¿Por qué? Dar respuesta a estas preguntas te ayudará a identificar la opción formativa más adecuada para ti y, también, a dar tus primeros pasos para introducirte en el mercado laboral.

¡Esperamos que este artículo te haya resultado interesante!