Informarse sobre cómo ser un buen jefe es algo que todas las personas en un rol administrativo o similar deberían hacer. A fin que cuentas, un jefe puede unir o romper un equipo. Aunque hayas sido jefe durante bastante tiempo, hacer cursos de habilidades blandas te ayudará a renovar tus tácticas. Si acabas de ascender a un puesto de jefe, tenemos algunos consejos para ayudarte a ti y a tu equipo a tener éxito, tanto en lo profesional como en lo personal. Todos tenemos experiencias traumáticas con malos jefes; ¡no quieres que te añadan a esa lista negra! Afortunadamente, aprender cómo ser un buen jefe no es súper difícil. Todo lo que se necesita es algo de paciencia, algo de aprendizaje, y espíritu de superación para promover el feedback regular en el equipo.

 

¿Qué es ser un buen jefe?

Para saber cómo ser un buen jefe, primero tendrás que saber qué es ser un buen jefe exactamente, ¿cierto? Bien, pues aquí tienes una lista de características de un buen jefe para que te puedas ir haciendo una idea:

• Un buen jefe favorecerá la productividad de su equipo, asegurándose de siempre poner todo su apoyo encima de la mesa. Como jefe, debe asegurarse de que su equipo esté bien respaldado; las ideas y las tareas sean deliberadas apropiadamente y en el caso de necesitar apoyo de otras áreas, que se le proporcione. Un buen jefe se asegurará de que haya suficiente tiempo para ayudar a entrenar y apoyar a su equipo. 
• Un buen jefe es organizado. Tendrá que renovar las antiguas políticas, mejorar las existentes y poner en marcha nuevos procedimientos que sean rentables a largo y corto plazo.
• Un gran jefe sabe cómo comunicarse. La falta de comunicación es una de las quejas más comunes que presentan los trabajadores. Un buen jefe podrá comunicarse eficazmente con su equipo y con otros departamentos. Esto se puede llevar a cabo mediante chequeos regulares del equipo; para discutir ideas y proyectos, y teniendo reuniones individuales regulares; donde su equipo puede proporcionar un feedback honesto sobre los proyectos, el ambiente de trabajo y, por supuesto, el jefe en sí.
• Un buen jefe sabe cómo motivar. Conocer a su equipo a nivel profesional y personal ayuda a un jefe a motivarlo. Se pueden establecer tareas y proyectos que se adapten a las habilidades de un individuo. El trabajo de un jefe es hacer productivas sus habilidades, establecer expectativas claras y dar feedback una vez que una tarea sea completada.
• Un buen jefe no microgestiona. Un buen jefe confiará en que su equipo haga un buen trabajo. Al dividir y establecer tareas, proyectos y objetivos, y dejar que su equipo lo haga; sin tener que estar continuamente pendiente o cuestionando todo lo que hacen; permitirá que el equipo crezca, aprenda y sea autosuficiente. No hay nada más desmotivador que obtener un cargo de trabajo y que tu jefe no confíe en ti. 

Habilidades directivas y de gestión

Las buenas habilidades directivas y de gestión son ambiguas, pero en al final del día, todas tienen el mismo objetivo en común: el éxito y la productividad. Si eres nuevo en un puesto de este estilo, aquí hay algunas habilidades y consejos que puedes practicar para aprender a cómo ser un buen jefe:

• Predica con el ejemplo. Si empiezas a holgazanear o no eres consecuente con las políticas de la empresa, entonces tu equipo empezará a seguir tu ejemplo. Lo más probable es que piensen: "Bueno, mi responsable no está haciendo nada, entonces ¿por qué debería hacerlo yo?"
• Delega. Ahora que tienes un equipo dependiendo de ti; deberías empezar a delegar todas las tareas. Sin embargo, no distribuyas solamente las tareas que no te gusten. Ayudaría si investigaras qué es lo que hace que un individuo sea productivo y cuáles son sus puntos fuertes; y luego reparte las tareas en consecuencia. Si un miembro del equipo pide ayuda, ¡apóyelo!
• Organización del tiempo. Ahora que eres jefe, necesitas organizarte, con reuniones de equipo, uno a uno, y por supuesto, trabajar. Utiliza siempre una agenda, y ocultes su contenido. Tu calendario quiere ser un libro abierto para que tu equipo sepa lo que estás haciendo, y cuando es mejor reunirse contigo cuando necesiten ayuda. 
• Sé realista. Otra buena habilidad directiva es establecer tareas realistas y factibles, para usted y su equipo. Poner el listón muy alto es una forma segura de fracasar. No seas el típico jefe que demanda que un trabajo se haga de un día para otro; no sólo es poco realista, sino que también es injusto y causará un estrés innecesario en el lugar de trabajo.
• Mejora tus habilidades. Puede ser que seas nuevo en un rol de dirección, o que tengas alguna experiencia. Sin embargo, nunca es mala idea tener algún tipo de entrenamiento de habilidades comunicativas; y también deberías considerar algún tipo de entrenamiento en recursos humanos. Ayudaría si te esforzaras por seguir aprendiendo, y así poder enseñar a tu equipo; ya sea manteniéndote al día con las tendencias, las nuevas tecnologías y las nuevas formas de trabajar.

 

Puntos fuertes de un buen jefe

En última instancia, los puntos fuertes principales de un buen jefe son;

• Confianza mutua. Como jefe, tienes que inspirar confianza y promoverla en tu equipo también. En un equipo productivo se cometen errores, pero en lugar de echarles la bronca, aprecia el error como una oportunidad de aprendizaje. Ser honesto y abierto con tu equipo es también un punto a favor y proporcionar regularmente un feedback directo es una forma productiva de construir una relación de confianza.
• Ayudar a impulsar las carreras de los empleados. Quieres que tu equipo se esfuerce y se quiera quedar contigo y con la compañía. Un buen jefe apoya a su equipo, permitiendo a los individuos aprender con programas de entrenamiento y adquirir nuevas habilidades.
• Un buen gerente se muestra abierto a nuevas ideas. Quieres que tu equipo crezca y tenga éxito; y una de las mejores maneras de hacerlo es escuchar y permitir que tu equipo proponga nuevas ideas y sea creativo. Si un miembro del equipo tiene un método diferente al convencional al trabajar, pero ambos obtienen los mismos resultados, valora su pensamiento creativo.
• Un buen jefe reconoce y recompensa el buen trabajo. Si su equipo o un individuo hace un buen trabajo, dígaselo y recompénselo. Es muy desmotivante cuando trabajas duro y muestras excelentes resultados a tu jefe, y ni siquiera obtener reconocimiento por ello. Otra compañía que sí aprecie el potencial de tu equipo podría jugarte una mala pasada.

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