Viajar, solo o acompañado, siempre es una experiencia enriquecedora pero, ¿qué  mejor que conocer nuevos lugares y vivir nuevas aventuras en compañía de tu persona favorita? Después de hacerlo, ten por seguro que, o vuestra amistad alcanzará la cúspide de vuestra relación, o se romperá para siempre, pues como muchos estudios han demostrado ya, viajar es la mayor prueba de amistad que puede existir.

 

 

No todas las personas tienen la suerte de experimentar estas aventuras con su mejor amigo/a al lado, pues encontrar a alguien que viaje de la misma forma que tú lo haces y a la vez sea tu cómplice, no es algo sencillo. Pero si llegas a encontrar a esa persona, puedes alegrarte porque te habrá tocado el premio gordo. He aquí los verdaderos beneficios de viajar con tu mayor cómplice, tu mejor amigo/a:

 

• Os motivaréis mutuamente

El hecho de viajar trae consigo principalmente dejar atrás los miedos, desafiarse a uno mismo y, sobretodo salir de la zona de confort. Cuando lo haces con tu mejor amigo/a, os ayudaréis el uno al otro a superar esos miedos, os desafiaréis a hacer y probar cosas nuevas y saldréis juntos de la zona de confort, algo que creará un vínculo aún más fuerte que el que ya existía entre vosotros. Si viajáis juntos, además de recorrer el mundo y aparecer en cualquier ciudad, os ayudaréis recíprocamente si decidís hacer de guía uno del otro. Podéis turnaros viajando por ciudades en las que uno haya estado y el otro no. Por ejemplo, si viajáis por Italia, uno puede no saber cosas que hacer en Roma, y el otro ayudar a ser su guía, recibiendo la misma ayuda en otro país.

 

• Aprenderéis mucho del otro

Cualesquiera que sean vuestras diferencias, aprenderéis a complementaros. El más lento quizás aprenda a ser más rápido, y el más rápido quizás aprenda a tener paciencia. El más tímido de los dos puede aprender a ser más atrevido y el más atrevido a detenerse algunas veces y a dejar al otro tener su momento. El más precavido quizás aprenda a ser más valiente, y el más lanzado a ser algo más cuidadoso. 

 

 

• Saldréis juntos de la zona de confort

“¿Por qué no probamos la carne de iguana?”, “¡vamos a hacer autostop!”, “¿y si nos unimos a la fiesta de los lugareños?”, “quiero probar insectos”, “si tú lo haces, yo también, no me voy a ir sin probarlo”. Motivaciones como estas, son las que te empujan verdaderamente a probar cosas nuevas y a abrir tu mente. Un empuje que falta si no estás viajando con alguien que te entiende y te conoce. Con tu mejor amigo, los momentos incómodos se convertirán en divertidos, probarás cosas que jamás pensaste que harías, y al final tendréis una lista de anécdotas que contar durante el resto de vuestras vidas.

 

• Tendréis muchas historias en común 

“Cuando estábamos en Brasil..”, “¿Te acuerdas de lo que nos pasó cuando..?”. Muchas veces te detestarás a ti mismo por contar una y otra vez la misma historia, y pensarás que aburres a tus amigos con cuentos que no les interesan, pero la verdad es que, ellos estarán encantados de escucharte, de conocer tus historias y de hacer un viaje mental al lugar al que tú viajaste en la realidad.

 

• Valorarás más a las personas que tienes al lado

Viajar con tu confidente, alguien que te conoce por dentro y por fuera, que sabe toda tu historia, que conoce tus reacciones, tus miedos y tus gustos, no es comparable a viajar con cualquier conocido. Y, aunque a veces el exceso de confianza puede causar pequeños rifirrafes y momentos incómodos, estos serán breves pues, ya sea porque habéis pasado por esto antes o por lo bien que os conocéis el uno al otro, sabéis que acabaréis perdonándoos. Y tras la reconciliación siempre vendrán los mejores momentos. Será entonces cuando empieces a valorar de verdad todo lo que tienes, todo lo positivo que te aporta y viceversa, el perfecto dueto que formáis juntos.

 

 

• Desconectarás de todo

Dejarás a un lado el móvil porque, además de estar conociendo un nuevo lugar, tienes contigo la mejor compañía. No echarás en falta escribir qué haces en todo momento, porque tienes al lado a tu cómplice disfrutándolo contigo. Aunque eso sí, a la cámara del teléfono si le darás buen uso, pues estando con tu fotógrafo habitual, haréis una y mil tomas hasta que salgas perfecto, sin pelos en la lengua para pedir nuevas tomas hasta que salgas en condiciones.

A fin de cuentas, un amigo escucha encantado tus aventuras, pero tu mejor amigo las comparte contigo. Viaja, hazlo solo o acompañado, pero ten por seguro que en buena compañía, los días grises serán más divertidos.