Acostumbrados a que los años pasen como meros separadores en una vida en la que nos vamos haciendo mayores y adquiriendo responsabilidades, más presión y compromisos, y perdiendo los sueños y la felicidad en lo simple, muchas veces no nos planteamos saltar a la locura.
Quizás todos necesitemos frenar y poner en duda ese manual del éxito resumido al terminar la ESO, empezar una carrera profesional y terminarla pronto, conocer a alguien, trabajar duro en tu profesión, hacer dinero, comprar un coche y empezar a pagar la casa donde vivir toda la vida, casarse, tener hijos, seguir trabajando duro tomándose los días según ley para poder darse unas vacaciones cuando el dinero alcance, y morir después de años de una jubilación que de nada sirve y para nada alcanza.
Sé un loco. Viaja. Viaja con un amigo con quien reír hasta que te duela la barriga, con quien disfrutar, con quien compartir y unirte para siempre en las anécdotas. Pero también viaja solo, gira por el mundo sin nadie más, que de tus adentros van a salir las respuestas. Explora.
Enloquece con cada paisaje, puente, palacio, montaña, museo, obra de arte callejera, castillo, acantilado, playa, calle angosta llena de encanto.
Conoce gente de todo el mundo, prueba cada cerveza, piérdete caminando. Comparte puntos de vista, ríete, baila en una plaza con alguien que acabas de conocer. Conversa hasta altas horas de la madrugada. Escucha los sueños del otro, compártele tus pasiones.
Disfruta al cruzarte por casualidad con gente que no es casualidad que te cruces en un determinado momento.
Descubre que las fronteras las tenemos nosotros, en la cabeza. Y ábrete. Haz reír a un japonés malhumorado, baila con el turco que atiende la pizzería, cántale el feliz cumpleaños en francés a una belga que lo pasa lejos de casa, háblale a esa italiana que te gusta.
Cambia un pasaje si sientes que necesitas quedarte en un determinado lugar. Medita. Siente. Disfruta los momentos lindos y aprende a afrontar las dificultades si algo malo sucede.
Reflexiona. Descúbrete. Valora las cosas que tienes y das por hechas, descarta todo lo que no te lleve a lo que quieres ser.
Explora tus pasiones y descubre qué es lo que te apasiona. Prueba trabajar en un bar como camarera, prueba trabajar freelance como editor, prueba dar clases de tu idioma a extranjeros, comienza un proyecto propio. Muchas veces la carrera que elegimos siendo tan jóvenes no es la que más completos nos hace sentir. No hay nada malo en ser ingeniero y trabajar de cocinero, en ser abogado y trabajar de recepcionista. Prueba, prueba, prueba.
Es excitante lanzarse a la locura social de dejar absolutamente todo e ir tras el conocimiento de uno mismo, tras la felicidad. No una felicidad aparente, ni perfecta, ni constante, ni compleja. Una felicidad verdadera, sencilla. Felicidad de encontrarse, de valorar lo simple, siendo feliz cuando alguien sonríe por la calle al verte sonriendo, comprando un pasaje a un lugar del que no escuchaste hablar en tu vida, de escribir, de leer un buen libro, de trabajar de lo que te gusta, de enamorarte en alguna ciudad recóndita, de conocer amigos de todo el mundo.
Vuélvete loco. Un 31 de diciembre, un 10 de mayo, un 14 de septiembre. Cualquier día es óptimo para lanzarse a conocer el mundo y conocerse a uno mismo, e ir tras esa sensación magnífica de irse a dormir cada noche con ganas de gritar: " VALE LA PENA ESTAR VIVO!!".
Sigue a Dana Marchi en Instagram: @danamarchi
Comparte este artículo
Populares
Regístrate ya en StudentJob
¿Quieres estar al día de todas las vacantes que tenemos para estudiantes? Regístrate gratis con StudentJob
Regístrate