Llevas meses preparándote para este momento. Después de cientos de currículums y emails, de horas gastadas frente al ordenador buscando ofertas de empleo y de la desesperación por creer que todo esfuerzo sería en vano... ¡por fin has conseguido una entrevista de trabajo!

¿Qué me pongo?

La imagen que proyectas depende, en gran medida, del tipo de ropa que uses. Por eso, es fundamental elegir un modelo que vaya acorde con la filosofía de la empresa pero que, al mismo tiempo, respete tu propia personalidad. Algunos consejos básicos son los siguientes:

• Revisa que tu ropa esté impecable, sin manchas y sin arrugas. De lo contrario, puede transmitirse dejadez y desorden, algo poco deseado en las empresas.

• No utilices colores muy llamativos. Es mejor apostar por tonos pasteles o incluso oscuros, para dar más sobriedad.

• No abuses de los complementos. Unos pendientes sencillos y elegantes, un reloj sutil pero con estilo o un cinturón que combine con el resto de tu outfit son más que suficientes para conseguir el look perfecto.

• Si la entrevista es para un puesto de responsabilidad, escoge artículos que estén a la altura. Para los chicos, americana, corbata, pantalones de vestir y zapatos de cordones. Para las chicas, una blusa de botones, una falda de tubo y unos stilettos.

Si después de estos consejos todavía necesitas más asesoramiento, te recomendamos visitar alguna de las páginas especializadas en moda que hay por internet. El portal de venta online de Zalando ha creado una sección de estilos, con recomendaciones más específicas sobre qué ropa ponerse según la ocasión.



Además de la vestimenta, hay otros factores que influirán en la primera impresión que transmitas. Por ello, evita utilizar el teléfono móvil (incluso es recomendable apagarlo), no mastiques chicle y no abuses del perfume ni del maquillaje.

El momento decisivo

Ya tienes tus prendas preparadas. Ahora, tienes que aprender a controlar tu actitud durante la entrevista para demostrar que estás más que capacitado para desempeñar el puesto. Los nervios no van a ayudarte en lo más mínimo. Puede parecer un tópico, pero determinados gestos o tics pueden hacer que el entrevistador considere que no estas preparado para asumir la responsabilidad que se te exige. Así, otros puntos importantes que debes tener en cuenta son:

• No llegues tarde. Y si lo haces, no inventes excusas. Sé honesto y discúlpate.

• Deja que sea el entrevistador el que lleve el control de la reunión. Siéntate solo cuando te lo ofrezca y muestra una actitud cordial y amable.

• No tengas miedo de mirar a los ojos a tu interlocutor, pues esto denotará confianza y autoestima.

• Pregunta todo cuanto quieras saber, ya sea sobre las condiciones de trabajo, la filosofía de la empresa o las oportunidades de desarrollo que ofrece el puesto en cuestión.

Si sigues estos pequeños consejos, te aseguramos que tu entrevista será todo un éxito. ¡Piensa que eres una persona muy preparada y con grandes aptitudes, y que puedes conseguir todo cuanto te propongas!